martes, 5 de abril de 2016

EN PROCESIÓN PERMANENTE

Deberían ir encadenados, por perseguir solo su bienestar personal.

            A miles de kilómetros llegaron las imágenes de misas y procesiones de Semana Santa, además del doloroso zarpazo del terrorismo, en esta ocasión desde Bélgica. Algunos políticos elevaron su protesta puntual a instancias de la prensa pagada, pero no todos respondieron con el mismo tono. Tampoco en eso se ponen de acuerdo. No los volvimos a ver en esos días. Quizá prefirieron flagelarse como costaleros o cumplir sus penitencias descalzos, con capirote y arrastrando cadenas.  Quién sabe. Lo que sí sabemos es que todavía no han constituido el gobierno que surgió de las urnas el 20-D. No nos tienen ningún respeto. Así, con ese rumbo torcido, encallaremos en el  peor puerto después de contabilizar irreparables pérdidas. 
Por poner algún ejemplo, más del 90% de los contratos que se firman son temporales, y el 31% a tiempo parcial, porcentajes que han experimentado una regresión considerable en los meses de desgobierno, por más que digan que el paro ha descendido. Como siempre, el más perjudicado es el trabajador, despreciado por gobernantes y  dirigentes sindicalistas. A estos apuntes hay que añadir la retirada de capitales extranjeros invertidos en España. Los inversores no se fían. Por ese motivo, en 2015 la riqueza ha disminuido en 70.200 millones de euros, lo que supone un 10% menos que en ejercicios anteriores. En el mundo también han bajado estas cifras, pero solo el 3%.
Son datos aclaratorios, agravados en el último trimestre. Todo sería distinto si estuviésemos representados por quienes de verdad persiguen el bienestar social, y no por los que solo aspiran a intereses personales y partidistas, que deberían ir en procesión permanente, como penitentes de verdad: descalzos y encadenados. No estaríamos como estamos, retrocediendo en una pendiente sin frenos ni control. 
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2 comentarios:

Emilio Porta dijo...


"Algo huele a podrido en Dinamarca..." frase de Shakespeare en su inmortal obra Hamlet que podria aplicarse perfectamente a nuestra sociedad y, por ende, al sistema político que, teóricamente, la ampara. Pero, ¿a quién y qué ampara realmente la tan cacareada democracia? Ampara lo que la Economía le permite y le deja amparar. La Economía hace tiempo que no tiene ideología. O, mejor dicho, si la tiene: la del dinero, la del egoismo, la de la falta de solidaridad. La Economía dirige los destinos del mundo y la Política no es más que la hermana bastarda de la misma. Aún así, si tuviéramos verdaderos gestores sociales, si los polìticos no fueran, como son en general - hago alguna excepción - personas cuyo principal interés es ocupar cargos, la política jugaría su papel. El problema en las actuales democracias es que, por una parte, el voto en algunos partidos es un voto cautivo - se vota al partido que "coloca" a amigos, familiares, etc. O se vota porque siempre se ha votado al mismo - y prácticamente nadie lee los programas electorales, muy pocos tienen una formación y criterio objetivo para ejercer el voto. Y, por otro lado, el sistema electoral español es una pequeña broma ( de esto habría mucho que hablar ) que favorece el inmovilismo y el voto periférico. En fín, Alex, me encanta tu artículo. Bien sabes que no creo en esta "democracia" ( ni en la argentina, ni en la venezolana, ni en la americana...) que es un sistema que prima la ignorancia y que, de ser el menos malo de los posibles, se está convirtiendo poco a poco en el peor de los imaginables. Por otro lado, y haciendo un examen a vuela pluma, te puedo decir que, en España, los dos partidos de los extremos son, en la actualidad, un desastre. El PP porque lo único que parece importarle a la camarilla que rodea a Rajoy es conservar sus privilegios y que el "jefe" no se mueva del asiento para que no se les mueva a ellos. Y de Podemos porque debería importarle más - como fue el origen del 15 M - la injusticia y los problemas sociales que no el "derecho a decidir" ( es inaudito el tema porque el único derecho a decidir sobre un paìs lo tienen todos los habitantes del territorio, en este caso todos los españoles, no una parte). Pero claro, la mayoría de sus votos los han tenido en Cataluña ( donde el lavado de cerebro de la gente ha sido permanente con una manipulación de la Historia y de la realidad vergonzosa ) y empiezan a hacer cálculos lo mismo que los partidos de siempre. En este panorama, sinceramente, me parece que a los unicos que les importa un cambio y una evolución ( dentro de lo posible ) sin romper España es a Ciudadanos. No me importa expresarlo publicamente. Yo, que nunca he sido de derechas, sino todo lo contrario, les votaré. Porque, además, son los únicos que no tienen detrás la lacra de la corrupción, que salpica a los dos principales partidos del país. Bueno, no quiero que esto sea un mitin. Es una opinión. Lamento profundamente el giro que ha dado el 15 M ( que a tantos nos ilusionó ( y lamento profundamente la ceguera del PP. Se están cargando la poca ilusión que despertaba la politica, la poca fé que había en ella.

Alejandro Pérez García dijo...

Querido Emilio, nada que objetar ni añadir a tu discurso, como siempre, acertado e ilustrativo. La clase política ha venido demostrando, legislatura tras legislatura y desde cualquier escenario ideológico, su falta de interés verdadero por el pueblo que vota y paga. Ahora, después de casi cuatro meses de desgobierno por falta de responsabilidad, han revalidado sus carencias y su incapacidad para administrar y gobernar. Representantes así, que no nos representan ni cumplen con sus obligaciones, no merecen la confianza de quien les elige y mantiene de oor vida. Los ciudadanos debemos ejercer nuestra soberanía y acabar con este modelo político. No es fácil, pero sí imprescindible. No podemos pagar impuestos para nada. Bueno, para nada no, para que se los lleven los reyes del trinque a paraísos que solo ellos disfrutan. No es necesario decir más, sobra la mitad de lo dicho. Basta ver lo que ocurre a nuestro alrededor. Gracias, querido Emilio, por el detallazo de acercarte a este humilde rincón. Un abrazo.