martes, 30 de octubre de 2012

ÉXODO

Cada vez hay más comercios cerrados

Después de muchos meses largos y tediosos, el otoño nos recibe en el despertar de una mala siesta. Todavía con pereza, vemos que nada de lo prometido por los políticos se parece a la realidad. También serían recortes útiles los que afecten a sus bolsillos, pero de eso, ni hablar. Así, al  pisar las losas movedizas de nuestra calle de siempre, nos encontramos con más pobres que piden y muchos comercios cerrados. ¿Los dueños y sus dependientes están de vacaciones? No. Muchos de esos locales no abrirán más, y los que están abiertos no pueden permitirse distracciones. Nadie sabe dónde han ido a parar tantos trabajadores; quizá a sus provincias o más allá de las fronteras, donde compartirán penas y miserias. Los únicos que no se unen al doloroso éxodo son los chinos. Estos saben sembrar lo que necesitan y tienen muy claro qué hacer con su dinero. Alrededor del 40% de los pequeños negocios regentados por españoles e hispanoamericanos han desaparecido desde que empezó la crisis; sin embargo, los explotados por chinos han crecido más del 60% desde 2008. ¿Dónde está el secreto? Hemos asistido recientemente al desmantelamiento de mafias alentadas por la ineficacia del control fiscal; hay que huir de ese modelo de  prácticas condenables, pero sí que debemos tomar nota de cómo gestionan sus economías los orientales honrados, que los hay. Para empezar, huyen de los bancos, se prestan entre ellos. Así no son víctimas de condiciones financieras leoninas, ni contribuyen con su dinero a construir ruinas ni a comprar y vender voluntades políticas, que solo sirven para destruir cada vez más el bienestar de los contribuyentes. Espabilados del sestear veraniego, solo apetece dormir otra vez. Sin trabajo, con tantos aeropuertos cerrados y estaciones de AVE que no funcionan, ¿dónde vamos a ir?    
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12 comentarios:

el burladero dijo...

Lo de los chinos es al menos sorprendente, hace solo unos meses estuve en el polígono industrial Cobo Calleja de Fuenlabrada al que ya conocía desde su creación, y me sorprendió el hecho de que el mas del 90% son comercios de chinos, ha desaparecido toda la industria que había y se han apodera de todo. Mientras que los demás comerciantes, cierran sus pequeños negocios, ellos cada día abren sus tiendas, que por otra parte son enormes de grades, cada supermercado que se cierra en cualquier ciudad, enseguida está ocupado por ellos. El secreto parece ser que están en las horas de trabajo, y en lo que como tú muy bien dices, que tienen mucho cuidado de no acerase a los bancos prestándose el dinero entre ellos.-

Alejandro Pérez García dijo...

Los chinos están llamando la atención por muchas cosas, querido amigo que llegas hasta aquí desde tu Burladero, tribuna de buen observador, que analiza el presente aunque no guste. Los chinos, digo, han dado la nota con sus fechorías fiscales. Ellos son los primeros culpables, pero también habrá que pedir responsabilidades a políticos presuntamente implicados y a quienes deberían ejercer una labor de inspección y la hacen. Y no dirán que no se les ve, porque, como tu muy bien dices, están en todos los sitios, y cada vez ocupan mayores superficies para sus negocios. No todos son mafiosos ni incumplen con la legalidad mercantil, los hay serior que pagan sus impuestos. De esos son de los que debemos aprender. Su dedicación a los negocios y la forma de administrarlos es lo hace que cada vez sean más prósperos.

Agradecido, recibe un cordial saludo.

Alicia Uriarte dijo...

Alex, supongo que siempre se puede aprender algo de los que tienen otro modo de vivir, sin embargo yo no quiero que aprendamos de esa dedicación que todos bien hemos descrito como "trabajar como chinos". Eso, a mi manera de ver, es un tipo de esclavitud y no racionalizar el trabajo existente.

Por otro lado, todavía recuerdo cuando yo era una chiquilla, la lucha porque las panaderías cerrasen en domingo. Aquello fue un logro. A nadie nos escocía comer pan de la víspera. Sin embargo, a día de hoy, con el nuevo cariz que toman los horarios de los centros comerciales lo único que se está haciendo es retroceder y hundir al pequeño comerciante. Se ha mirado para otro lado cuando se hacía cumplir unos horarios a unos y los comercios de los chinos estaban abiertos a doce horas los siete días de la semana,..., y suma y sigue. Ojalá pudiera contestarte a esa pregunta de a dónde vamos a parar. Miedo me da pensarlo.

Ahora si que nos vamos a tomar algún chupito que tengas por ahí.

Un abrazo.

Helio dijo...

Hay quien dice que los chinos y los rusos son los que tienen actualmente la riqueza.
En china no debe de ser tan fácil ganar dinero con los negocios, a pesar de trabajar jornadas interminables. Son muchos los que vienen a Europa a invertir el capital para obtener mayor rendimiento, vendiendo productos de su país a unos precios de imposible competencia.
Además aprovechan el momento propicio para hacerse con alquileres nunca vistos de los locales mejor situados.
Sería positivo si en estos negocios contrataran a españoles, pero la realidad es muy distinta, en la mayoría de los casos son cotos cerrados para españoles.
Saludos y gracias por tu visita a mi blog.

Manuel dijo...

Hay una sola forma de hacerlo, y los chinos la aprendieron mucho antes de que fuese demasiado tarde: salirse del sistema aprovechando lo que el sistema proporciona.

Es el algoritmo Universal a conquistar.

Un abrazo.

Alejandro Pérez García dijo...

Querida Alicia, agradecido por seguirme allí donde voy, lo primero que haremos será servirnos otro chispazo de ese licor de zarzamoras que descorchamos el otro día. Licor que no se parece en nada a otro, que me pusieron en cierto restaurante, donde nadaba ahogado un lagarto, o lagartijo, de procedencia incierta. Pues eso, que de los chinos, poco; por nada me quisiera yo parecerme a ellos en su forma de vida, en su dedicación sin descanso, en su aislamiento y menos aún en sus gestos de no sonreir nunca. Pero si que me vienen bien para ponerles de ejemplo en materia financiera, y últimamente lo hago mucho ante mis amigos empresarios. Como digo en mi texto y les digo cada día, tienen que huir de los bancos. No es difícil. Basta con que equilibren su Cash-Flow, no gastar lo que no tienen y no financiar la inversión ni el gasto ajeno. Esa es la clave. Por no haberla tenido en cuenta estamos como estamos, además de la pésima gestión de los políticos que tampoco lo han tenido en cuenta, siendo un principio básico en toda práctica de administración. Y al final, querida Alicia, por llegar donde estamos, nos veremos en cualquier sitio del mundo durmiendo hacinados, trabajando a destajo de sol a sol, con poca paga, sin descanso y serios, más serios que un nublado. O sea, casi como los chinos. ¡Mecachis! Mejor quedarnos como estamos.

Otro brindis. Va por tí, Alicia "chin-chin". Y muchos besos.

Alejandro Pérez García dijo...

Helio, gracias por venir. Me encató tu blog. Desde aquí lo recomiendo a amigos y visitantes.

Tienes razón en lo que dices de los chinos. Se vienen a Europa y montan negocios que, por lo que se ve, son más rentables que los explotados por los europeos; la prueba está en los cierres de unos y en las aperturas de otros, como en mi artículo. Y no solo no dan trabajo a los habitantes de la ciudad donde van, sino que hacen la competencia a los comerciantes ya establecidos. Es cierto que los precios pueden ser competitivos, pero la calidad deja mucho que desear. Así, con unos márgenes elevados y minimizando gastos, ganan dinero sí o sí. Hay que estar dispuesto a vivir como ellos, pero eso no es fácil ni apeticible.

Agradecido, recibe cordiales saludos.

Alejandro Pérez García dijo...

Querido Manuel, estoy contigo. Esa es la fórmula: salirse del sistema cuando el sitema no cumple las expectativas deseadas. Ni más ni menos. Esa es la solución. Lo has definido como se definen las cosas importantes, sí señor. Pocos estamos dispuestos a vivir como los chinos; pero ellos si que han sabido conseguir la independencia financiera y prescindir de los servicios bancarios. A eso me refiero en el texto, como ejemplo a seguir. Otra cosa será lo que haya detrás de toda esa actividad prestamista entre particulares, que puede ser germen de mafias y a saber qué tropelías.

Muchas gracias, Manuel. Recibe ese abrazo grande y fuerte que intercambiamos menos veces de las deseadas.

Alex

Mari Carmen Azkona dijo...

Buen análisis, Alex. La verdad es que se podrá decir muchas cosas en su contra, pero como economistas no hay quién les iguale. Y lo mismo ocurre con su gobierno, fíjate que esta mañana ya he oído hablar de China como el país invisible de la Unión Europea. Para temblar…

Cómo te echaba de menos :-)

Besos y un fuerte abrazo.

Alejandro Pérez García dijo...

Sí, Matri Carmen, es cierto. Los chinos (no quiero utilizar recursos fáciles y quizá desagradables) están llegando a todos los sectores económicos de nuestro país, y de Europa. El día que empiecen a ejercer la actividad financiera, la banca se enfrentará a una competencia fuerte. Será el momento de cambiar muchas cosas, y cambiarán. En cualquier caso, y aunque sea bueno tomar algún ejemplo de ellos, no debe ser nada cómodo vivir como viven ellos. Es solo una opinión personal. Pero tenemos que comprender que sus comportamientos productivos potencian la rentabilidad de los negocios que gestionan en grado sumo.

Comosiempre, querida Mari Carmen, ha sido un placer tenerte en este lugar, sin temor a los fangos de la crisis. Sabes que siempre eres bienvenida y cuentas con todo mi agradecimiento.

Muchos besos.

Arcodeon dijo...

Querido Alex. A parte del secreto que cuentas sobre los chinos, de los honrados claro (que yo creo son mayoría), tienen otro que a mi no me gusta un pelo y que ójala no lleguen a copiar del todo nuestros empresarios, aunque por el camino que vamos...
Este es jornadas de doce o catorce horas, no tener vacaciones, no santificar más allá de un puñado de fiestas en todo el año, no firmar contratos a sus trabajadores, incluso puede que no pagarlos más que con comida y cama. ese secreto sumado a la compra de materias primas baratas y/o de la peor calidad y el hecho de no pagar impuestos al Estado los primeros años, consiguen maravillas, pero yo no me apunto... de momento. Nunca digas de este agua no has de beber. Un fuerte abrazo

Alejandro Pérez García dijo...

Querido Antonio, estoy de acuerdo contigo. Creo que en más de una respuesta he dicho que no me gustaría vivir como viven ellos, ni ser tan económico en sonrisas. De ellos, como digo en el artículo, solo me parece bien que no estén en manos de los bancos, como está el tejido empresarial en España. Cuando los empresarios y los particulares dejemos de estar sometidos a la tiranía bancaria, todo funcionará mejor. Es el único secreto que yo copiaría. De lo demás, nada. Pero como tú bien dices: "Nunca digas de este agua no has de beber".

Agradecido, recibe un abrazo fuerte de amigo bueno.