"Nadie da la bienvenida a los recortes que afectan a la enseñanza"
Con esto de la crisis se ven cosas que hacen reflexionar, aunque no es
fácil llegar a conclusiones trascendentes porque no siempre hay acuerdo entre
los pensantes. A todos no nos gusta lo mismo. Por ejemplo, los profesionales de
la docencia dicen que, con los recortes en la enseñanza pública, las aulas de
secundaria volverán a tener cuarenta alumnos, como hace más de treinta años, y
aseguran que así se perderá calidad, ya que el profesor no puede trabajar igual con cuarenta que con
veinte chicos. Además, esta medida cicatera originará una pérdida de cien mil
empleos. Ante esta problemática, y viendo cómo el alumnado quedará privado de
muchas prácticas, la protesta de los profesionales parece razonable. A su
descontento se suma el de los padres, conscientes de que el aprendizaje de sus
hijos será más bajo, pese a la dolorosa subida de impuestos.
Sin embargo, por lo que se oye, en
el Ministerio de Educación no importan mucho las consecuencias de los recortes
presupuestarios. El ministro, José Ignacio Wert, ha dicho que “los niños en la
escuela, además de aprender, se socializan con otros niños y tienen
experiencias formativas distintas que son muy difíciles si el número (de alumnos)
es muy escaso”. Una forma muy particular de ver las cosas. Un niño tendrá
dificultades para ejercitar prácticas
sociales en una clase de tres alumnos, pero en un aula de veinte puede
desarrollar su condición humana a la perfección, con el control —además— del
profesor, que trabajará con trato más personalizado que con un grupo de
cuarenta chavales. En una clase masificada la socialización no será ni mejor ni
más variada, y el profe se limitará a explicar la lección y punto, sin distinguir si un alumno se duerme o dos
juegan a las canicas. El ministro debe
callar y escuchar los argumentos de los profesores. Son los que saben.
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OTRAS LECTURAS:
2 comentarios:
Eso sí, mi querido Alejandro, serán supervivientes de las irracionalidades de nuestros políticos, que no saben ya como explicar lo inexplicable.
Menos mal que algunos de nosotros somos hijos de una etapa casi casi similar y hemos sido capaces de evolucionar a pesar del empeño que pusieron nuestros dirigentes en hacernos "malformes".
Un placer leerte siempre. Un abrazo
Nuestros políticos, querida Rosa, ni saben cómo explicar lo inexplicable ni saben que, como dijo Víctor Hugo, "No hay malas hierbas ni hombres malos; solo hay malos cultivadores". Así, por culpa de quien no cultiva con una calidad mínima, estamos como estamos. Los medios de ahora, cada vez más recortados, no son más eficaces que los que utilizaron con nosotros. Antes, como dices muy bien, intentaron "malformarnos" con toros, fútbol y otras diversiones embrutecedoras. Igual que ahora. Con la diferencia de que los cultivadores disponen de más herramientas para sus fines malvados.
Por todo ello, no nos queda otra alternativa que rebelarnos y evolucionar -como dices- para ser útiles a nuestros principios y no un medio para sus fines.
Como siempre, agradecido por tus valiosas aportaciones, recibe una brazo fuerte con todo mi cariño.
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