jueves, 7 de junio de 2012

BANKIA

Mintió a los futuros accionistas y a la opinión pública. ¿Por qué?

Dijeron que Bankia era una entidad sólida y solvente, con unos beneficios en 2011 de más de 300 millones de €uros. Ahora resulta que se ha convertido en un agujero ruinoso con 5.000 millones de pérdidas y unas necesidades financieras de 23.000 millones. Datos de hoy, que nada tendrán que ver con el  cuento de  mañana, con un final sin definir.

Esta fusión de Cajas de ahorros, ejemplo de cómo no debe administrarse ni un quiosco de pipas, no desaparecerá porque el Gobierno está al quite con el dinero de  los contribuyentes, que perdemos bienestar social cada día. 

Está claro que alguien ha mentido descaradamente y nos sigue mintiendo sin ningún rubor. Más de lo mismo. Así uno no puede ser original, obligado a reflexionar un día y otro sobre las trapacerías de quienes nos representan sin ningún respeto.

Rodrigo Rato mintió a los futuros accionistas y a la opinión pública, cuando tocó la campana de la salida a Bolsa. Dio cifras envenenadas con números falsos. ¿Por qué? La falta es muy grave, pero es peor la devaluación oculta, millonaria, que envuelve la estafa perpetrada contra muchos ahorradores modestos. Ya comentamos hace tiempo las “participaciones preferentes”. ¿Recuerdan?, pues eso.

Si condenables son los engaños de la dirección de Bankia, el mismo castigo merecen quienes, obligados a  inspeccionar, no evitaron el desastre. ¿Desconocían el Banco de España, el Gobierno y la CNMV la realidad, o conociéndola callaron? Cualquier respuesta muestra, otra vez, la mala catadura de los gestores que elegimos. No aprendemos. ¿Sabremos cambiar algún día nuestro destino? Lo primero, exigir en el congreso una comisión que investigue cuanto antes la verdad y siente en el banquillo a los culpables.  
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8 comentarios:

Emilio Porta dijo...

Es evidente que, tal y como está estructurada la sociedad, al ciudadano le quedan pocos resortes para cambiar las cosas. Es duro reconocerlo...pero somos prisioneros de nuestros propios votos, prisioneros de un sistema que creímos de libertad. Un sistema en el que yo ya no creo. Desde luego no en éste. Porque, además, en si mismo, prima la ignorancia. La mayoría siempre es más ignorante que la minoría. Y votar cada cuatro años es dar un cheque en blanco a los políticos y los financieros a los que sirven. No se cual es la alternativa...pero como dijo Ortega, uno de los pensadores que trajo la República, a la vista de algunas cosas, dijo: "No es esto, no es esto". Pues eso. Esta no es la democracia que pensamos sería buena para el progreso y la libertad de todos.

La Solateras dijo...

Y digo yo, en vez de dar a la banca semejante cantidad de miles de millones de euros ¿no podrían darnos a cada españolito "sólo" un millón? Ese dinero, como no escarmentamos, lo volveríamos a meter en el banco y además se reactivaría el consumo, se crearían pequeñas empresas con sus correspondientes puestos de trabajo, la gente pagaría sus hipotecas y sus préstamos con lo que desaparecería la morosidad y, además, muchos harían algo tan elemental como comer a diario.

¡¡¡Es la solución!!!

Rosa dijo...

¿Por qué?... Pregunta sin respuesta en casi todo desde hace tiempo.

Estoy con Ana, las cosas son más simples y deberían ser mucho más honestas, pero para ello hay que saber amar al prójimo más que a nuestro bolsillo y eso parece que no toca.

Un besito corazón

Alejandro Pérez García dijo...

Yo tampoco creo en el sistema, querido Emilio. Hace tiempo que he dejado de creer. Sin embargo, si creo que esta situación tan desastrosa puede terminar porque confío en las personas. En otras. La solución no es nada fácil, pero existe, aunque entre la hipótesis y la demostración final medien lustros. Como he dicho otras veces, la mentalidad del hombre debe cambiar. No nos la va a cambiar nadie. Los gestores de lo público, con los instrumentos de que disponen en materia de educación, podrían empezar a dejar de perder tiempo endureciendo e insensibilizando a la juventud, cada vez más desorientada. Pero los poderes públicos, a la vista está, ni quieren ni saben. Así las cosas, tendremos que aprender nosotros solos a superar las depresiones que nos vengan. El momento nos llegará cuando nos quedemos sin nada. Llegará. En ese instante nos pondremos en marcha de verdad. Algunos, que ya sufren el revés, han empezado a mostrar su indignación y a reivindicar un cambio de sistema. Más nos vale que nos sumemos a la iniciativa sin demoras. Nada será fácil. Nos tocará sufrir mucho antes de quemar la (in)justicia que nos hemos dado y empezar de nuevo, desde cero. No podemos quedarnos de brazos cruzados, menos cuando vemos que cada día son más los corruptos que nos engañan y no dan la cara. No podemos consentir su impunidad.

Gracias por tu aportación, sustanciosa, como siempre. Un abrazo fuerte.

Alejandro Pérez García dijo...

Qué interesante lo que apuntas, querida Ana. Yo creo, fíjate, que estamos escarmentando, y que no nos dan un milloncejo a cada españolito porque saben que lo fundiríamos en cualquier colchón antes de ponerlo en manos de estafadores, insolventes, que no nos garantizan nada. Pagaríamos las deudas que nos aplastan, eso sí; pero llevarlo al banco, no sé, no sé. Yo me lo llevaría a cualquier paraíso fiscal, ahora que hay amnistía. A eso nos están empujando estos malos administradores, a convertirnos en insolidarios y rebeldes. Ojalá alguien con firma en la hucha común lea tu comentario y te haga caso. Seré el primero en celebrarlo. Te convidaré.

Agredecido, como siempre, recibe un abrazo fuerte.

Alejandro Pérez García dijo...

Qué bien eso que dice Ana, ¿verdad, Rosita? No creo que haya por ahí algún prójimo que nos quiera tanto. Los que manejan posibles económicos, como bien dices, prefieren ver sus bolsillos llenos antes que solucionar las necesidades de ningún menesteroso. Lo que sí tenemos que hacer es tomar nota para tratar con los "bankieros". No hay que fiarse de ellos. Si les pedimos crédito y nos lo dan, en cualquier momento pueden cancelar la operación y arruinarnos; si alguien es capaz de ahorrar, que no lleve nada al "bankio" si no garantizan el depósito el dueño de la entidad y todos sus secuaces y herederos, ante notario y con todas las pólizas y tasas que hagan falta.

Muchas gracias, Rosa, por volver por estas andadas. Besos.

Manuel dijo...

En reañidad, querido Alex, y por ser simple: esto es lo que hay.

Y, además, lo hay con gallardía, sin maquillaje que valga. No se, yo diría que saben que nos la pueden meter como quieran, que el españolito aguantará simplemente jurando en arameo y pidiendo otro chato de vino.

Creo que ya habéis comentado todo lo comentable. seguir yo, sería solo aportar un vómito a este grupo, y eso no está bien.

Un abrazo.

Alejandro Pérez García dijo...

Gracias, querido Manuel, por venir a la sombra de esta parcela donde el sol cada día nos calienta menos. Sin embargo, cada vez estamos más quemados. Como tú dices, es lo que hay, y saben que pueden hacer con nosotros lo que quieran: desde engatusarnos para llevarse todo lo tenemos hasta engañarnos con una sarta de leyes que solo benefician al del trinque. Nos dan fútbol, toros y vino barato -otro chato y otro y los que hagan falta- y aquí no pasa nada. ¡Que razón tienes, Manuel! Pero te equivocas en eso de "seguir yo, sería...". Seguir tú es siempre enriquecedor y se agradecen con cariño y buenas razones tus palabras, tu presencia.

Un abrazo fuerte, de diario, pero fuerte.