jueves, 12 de enero de 2012

TODOS A CURRAR


Los políticos prescindibles que trabajen en el campo y le hagan productivo.

Decía el otro día que hay que recortar los presupuestos de los organismos oficiales. No se trata de despedir a funcionarios con ocupación plena que cumplen con su deber. Se trata de  rebajar las asignaciones dinerarias de todos los cargos políticos y amortizar los puestos y empleos inútiles y duplicados en todos los estamentos públicos: gobierno central, autonómico y municipal. Si se tomaran medidas en este sentido, el déficit quedaría resuelto.
¿Así aumentaría el desempleo? No. No, siempre que los gobernantes sepan pensar en algo más que recaudar y pagar. Eso lo hace cualquiera, sobre todo si se aumenta el caudal de financiación. Mientras España no vuelva a ser un país productivo, no saldremos del pozo donde estamos, un pozo anegado de cemento y ladrillos, sin salida. Es imprescindible negociar en la UE nuevos cupos y cuotas de producción, fortalecer nuestro tejido industrial comprando en el exterior a precios asequibles y vendiendo allí con tarifas razonables. Es imprescindible que los ministros de turno se pongan a trabajar ya en esos campos. El sol, que es lo único que tenemos, no nos cuesta y se vende  bien, pero no da para todos.
Mientras tanto, los políticos prescindibles, para que no se aburran ni aumente el desempleo, pueden trabajar en los campos de verdad, cultivando tierras baldías, improductivas, que lo son por el olvido —mal endémico— que sufren. Si ponemos en plena producción La Moraña, de Ávila; el Desierto de Almería o Los Monegros, de Aragón, seguro que cosechamos cereales y hortalizas y despiezamos carne para abaratar los precios de consumo y mejorar los presupuestos del contribuyente. Para eso los ministros responsables tendrán que echar un pulso a sus homólogos extranjeros y ganarles.  Ya pueden empezar.  
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SI LEES ESTO, TE INVITO A JAMÓN ¡ATRÉVETE!

4 comentarios:

Alicia Uriarte dijo...

Alex, gracias por el capote. De veras que llevamos una racha que creo que es un escarnio para el funcionario que cumple con ganas e ilusión su trabajo. O sea yo, por ejemplo. Y no me voy a quejar del dinero que nos van quitando-aunque me fastidia-, otros están perdiendo el trabajo. Me quejo del san benito que nos han colgado a todos, generalizando que somos unos vagos y que ganamos lo que no nos merecemos. Me quejo de que pretenden que paguen otros los desmanes que cometieron con ladrillos unos que tienen esos dineros a buen recaudo. Me seguiría quejando pero...
Perdona que justo haya ido a lo que más me apretaba el juanete. Estoy completamente de acuerdo con el resto de lo que expones.

Un abrazo.

Alejandro Pérez García dijo...

Querida Alicia:

Creo que la sociedad, en general, sabe muy bien lo que está pasando. Por eso no debes quejarte del peso de ningún sambenito. Somos conscientes de que hay muchos "funcionarios con ocupación plena que cumplen con su deber" -así lo digo- y cumplen muy bien, por cierto; aunque, como en todos los sitios haya excepciones. Lo malo, y de eso sí que debemos quejarnos y fuerte, es que los cargos políticos -muchos elegidos a dedo- (i)responsables del Ministerio de Educación, por poner un ejemplo, no sufren recortes en sus retribuciones ni en las de sus equipos ni en los gastos (in)corrientes; y encima no saben de qué va eso de la Enseñanza. Sólo saben que hay un número de docentes y que rebajando su sueldo en un porcentaje "x", ahorran una cifra "z"; con eso ellos cumplen y además siguen llevándose lo suyo. Ahí está el mal, que siempre paga el más débil.

Eso no es así. Hay que eliminar cargos políticos que no tienen razón de ser, porque no justifican con trabajo y eficacia lo que cobran. Es lo que hay.

Amiga Alicia, te agradezco tus visitas, fieles,puntuales y llenas de contenidos interesantes. Y siempre traes algo más. Gracias de verdad.

Besos.

Alex

el burladero dijo...

Querido amigo,las cosas no son tan sencillas como ponerse todos a trabajar, la dificultad es donde, cono y en que se puede trabajar. El trabajo ha de ser productivo de lo contrario no servirá para nada. En los años noventa yo pase por una situación similar a la que están pasando hoy mas de cinco millones de parados, yo entonces me decía: Yo solo quiero trabajar,pero ¿donde ¿ ¿como? ¿en que? afortunadamente y con la ayuda de algún aval conseguí poner un pequeño negocio como, autónomo, pero con intereses de 17% y asi pude salir de la crisis con mucho sacrificio y eso si, como tu muy bien dices trabajando sin mirar al reloj. Hoy las cosas son aun mas difíciles.- Espero que las nuevas tecnologías nos saquen de esta situación, ya que con la Agricultura no llegaremos muy lejos.- Como siempre un abrazo y saludos cordiales.- amigo

Alejandro Pérez García dijo...

"El burladero", querido amigo, siempre me ha parecido una atalaya objetiva y acertada en las apreciaciones que emite. Estoy de acuerdo contigo cuando dices que "con la Agricultura no llegaremos muy lejos". Así, con la política exterior que nos hemos dado, desde luego que no; ni con la agricultura, ni con la ganadería ni con la industria... Ni con la construcción, que mira dónde nos ha dejado. Yo creo que aprovechando las posibilidades agropecuarias podríamos conseguir, sino la solución definitiva -eso sería una utopía- si una ayuda importante. Tú lo dices con mucha claridad: "El trabajo ha de ser productivo...". Tienes razón, pero para que el trabajo sea productivo tiene que existir, hay que crearlo y, a continuación, buscar un destinatario que, en el equilibrio de la oferta y la demanda, absorba la producción. Pero aquí ¿qué producimos? Nada. Desde hace años, los gobiernos, uno detrás de otro, han ido cediendo cuotas de mercado hasta secar casi totalmente todas las fuentes de ingresos de los sectores productivos. Así, sin un colentivo empresarial competitivo, muchos acabaremos sembrando patatas en aquellos huertos que creíamos borrados del mapa, o en aquella viña que ya no lo es. A ti te prestó un banco dinero en los años noventa, ahora ni eso. Hasta los grandes caudales financieros carecen del potencial que siempre atesoraron.

Una pena. Yo también confío, o quiero confiar, ya no sé, en que, después de tanto sacrificio, salga un sol generoso que nos caliente a todos.

Agradecido como siempre por tu visita y aportación, recibe cordiales saludos.