martes, 14 de septiembre de 2010

OTRO BANDO EN MÓSTOLES

Monumento a Andrés Torrejón, alcalde de Móstoles 1808

Esteban Parro, alcalde de Móstoles, ha hecho un llamamiento a todos los Ayuntamientos de España para que exijan al Estado la reforma de la Ley de Financiación Local. Así las gastan en este municipio histórico y emblemático. Cuando algo no va bien, como en 1808, pregón al mundo. Esperemos que esta vez no sea necesario ningún Daoiz para capitanear a los sublevados.

Según Esteban Parro, las arcas municipales de Móstoles y las de muchos Ayuntamientos están tocando fondo. Agradeceremos a los regidores que consigan dinero de donde sea en beneficio de nuestros pueblos; de bien nacidos... Pero que no nos vengan con cuentos. Las prestaciones que nos “venden” las pagamos bajo pena de embargo, cobre quien cobre: Ayuntamientos, Ministerios o Luis Candelas. Nunca nos han hecho rebaja, ahora tampoco. Por eso no se justifica el amago del alcalde pregonero: “severo recorte de los servicios que se prestan a los españoles”. ¡Tararí que te vi!

La Administración y los administradores —nunca los ciudadanos— serán penados por su la mala gestión. Los Ayuntamientos han de analizar los gastos corrientes y los suntuarios. El servidor público que no dosifique el uso del dinero para mejorar su efecto debe responder con todos sus bienes. La Ley ha de ser eficaz. Suponemos lo que han recaudado los Consistorios con el desmadre del negocio inmobiliario. ¿Qué han hecho con tanto dinero? Administrar no es gastar. ¿Lo sabían?

Es inadmisible el descaro con que se nos anuncia el castigo que no merecemos. No pueden privarnos de los servicios que pagamos. Abocados a ello, habrá sublevaciones; ahora también. Así las cosas, es prioritario que los alcaldes expliquen, cuanto antes y con papeles, las andanzas de los fondos municipales, desde el primero hasta el último céntimo.
*******

jueves, 2 de septiembre de 2010

PROFETAS

Un servidor público, anónimo, que también merece ser profeta. 


Ayer invité a Heriberto y a Pepote a comer en la Sierra de Madrid. Estando tan lejos, creí que no aceptarían, pero sí. Cuando les dije que necesitaba ayuda para apurar unas botellas de Chacolí y brindar por dos amigas, aceptaron sin vacilar.

Ellos se hicieron amigos y yo pasé un día feliz. Pepote se mostró ilusionado con la Vuelta Ciclista a España, y muy contento con los conciertos de Don Áureo Herrero, con los paisajes de El Barraco y, sobre todo, con los barraqueños, que son muy hospitalarios, dijo.

Heriberto, tan capitalino él, no entendía el refrán “Nadie es profeta en su tierra”. Se lo explicamos. Muchas veces damos más importancia a los méritos ajenos que a los de un próximo. Cuando llega a un pueblo cualquier famosillo a pregonar las fiestas o a ponerse en la foto de una inauguración, los lugareños le aplauden, le llenan la andorga y hasta le regalan un jamón de los buenos. Mientras, el paisano ilustre quedará en el olvido.

Por suerte, hay excepciones. A Carlos Sastre, que ganará la Vuelta´2010, ya le esperan en El Barraco con fuegos artificiales y la banda de música; Don Ramiro Pato está celebrando el primer aniversario como Numerario de Honor de la Asociación Cultural Áureo Herrero, y a Iker Casillas le han nombrado hijo predilecto de Navalacruz, cuna de sus padres. Ellos sí que merecen ser profetas en sus pueblos, concluí.

Luego Heriberto, comprendiendo todo, nos hizo ver que el barrendero, que riega con sudor la limpieza imprescindible de nuestras calles, no recibe los parabienes de nadie ni nadie le convida a un vino; y que al enterrador, harto de ver cómo los lloros de otros acaban con sus alegrías, no le saludan ni sus parroquianos. Terminó pidiendo un aplauso para estos profetas anónimos, por sus méritos callados de todos los días.
********