jueves, 26 de enero de 2012

PURA UTOPÍA

Se mueven muchos millones entre una patada al balón y otra al tobillo del contrario

         Los políticos son como niños, lo quieren todo. Sin embargo, los pequeños crecen pero los gobernantes no cambian, y ya deberían mejorar sus hábitos. La crisis sería menos grave si cobraran el salario mínimo interprofesional más cuarto y mitad, suficiente para pagar el billete del metro, dar alguna limosna a los pobres que piden y ser generosos con esos mimos tan enternecedores, de "Cartón piedra", distinguidos con la palabra cálida y emocionada de Mari Carmen Azcona, gran escritora y amiga.

            Tampoco los futbolistas deberían librarse de la austeridad, en beneficio de los más necesitados. Ellos son ricos. No pueden compararse con los ancianitos que juegan al tute, pues nada tienen que ver los goles con las bazas ni los capitales de los paraísos con las pensiones escasas. Es insultante que ese “negocio” mueva tantos millones entre una patada al balón y otra al tobillo del contrario, mientras hay familias que no comen caliente y/o están perdiendo el techo que los mantendrá hipotecados de por vida.

            Si nos damos una vuelta por cualquier cárcel sentiremos mucha pena, pero también veremos que ser preso puede ser un privilegio. Esos huéspedes tienen alojamiento y comida, gratis total. Una pasta que pagamos todos. Ahí también cabe la tijera y, si se manejara bien, el ahorro sería importante. Un suponer: que los internos corran con sus gastos de estancia y manutención —como en otros países—, y la condena que la paguen trabajando en la conservación de carreteras, cuidando parques y jardines... Si alguno se escapa, peor para él, un rancho más y una litera libre para un indigente que la merezca o para un anciano huérfano  de la Ley de Dependencia.

            Esta reflexión es pura utopía, pero quizá alguien con poder la hace suya y la convierte en realidad. Quién sabe.  

jueves, 19 de enero de 2012

PAN PARA TODOS

Si produjéramos más y repartiéramos lo que sobra, el mundo sería distinto
         
          Hasta ahora los políticos solo se ocupaban de llegar al poder con los mejores resultados, administrar los gastos de todos con ingresos ajenos y terminar sus mandatos, sin mucho esfuerzo, con unos derechos adquiridos de por vida. No señor. Los administrados no podemos seguir consintiendo esto.         Los políticos, para recuperar los cuatro pelos de credibilidad que les quedaban,  han de tener una visión global y remediar los mordiscos de la escasez. Si los ministros, los diputados, los senadores salientes y otros desocupados se dedicaran a labores agropecuarias, como dije con acento utópico en mi entrega anterior, se crearían algunos excedentes. No importa, no estamos solos en el mundo. Los gobernantes tienen que mirar más allá de sus escaños y asumir una obligación de la que hasta ahora se han desentendido: distribuir la riqueza, que es tan importante como administrar bien lo escaso. Hablar de eso ahora  puede sonar a pura ficción, pero no. 
            
         En el mundo hay muchos países paupérrimos donde todos los días mueren cantidades ingentes de niños por desnutrición. Ellos deberían ser los destinatarios de lo que sobra en las despensas robustas. Qué bonito, y qué mundo más distinto si viéramos que quienes ostentaron cargos públicos, en lugar de llevárselo crudo, sudaran un poco para que pudieran cocinar y comer todos los días quienes siempre tuvieron el fogón apagado. Sería una forma de probar que están, sin tapujos, al servicio de la sociedad. También demostrarían que la hambruna causante de tantas muertes en el mundo no es, para nada, cosa de Alá ni de Zeus ni de Apolo ni de otros dioses de la divinidad, sino de “dioses” humanos, con doctrinas dinerarias, que no comparten lo que tienen, tampoco lo que sobra. Venga, señores, ¡a currar! Y que haya pan para todos.  

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jueves, 12 de enero de 2012

TODOS A CURRAR


Los políticos prescindibles que trabajen en el campo y le hagan productivo.

Decía el otro día que hay que recortar los presupuestos de los organismos oficiales. No se trata de despedir a funcionarios con ocupación plena que cumplen con su deber. Se trata de  rebajar las asignaciones dinerarias de todos los cargos políticos y amortizar los puestos y empleos inútiles y duplicados en todos los estamentos públicos: gobierno central, autonómico y municipal. Si se tomaran medidas en este sentido, el déficit quedaría resuelto.
¿Así aumentaría el desempleo? No. No, siempre que los gobernantes sepan pensar en algo más que recaudar y pagar. Eso lo hace cualquiera, sobre todo si se aumenta el caudal de financiación. Mientras España no vuelva a ser un país productivo, no saldremos del pozo donde estamos, un pozo anegado de cemento y ladrillos, sin salida. Es imprescindible negociar en la UE nuevos cupos y cuotas de producción, fortalecer nuestro tejido industrial comprando en el exterior a precios asequibles y vendiendo allí con tarifas razonables. Es imprescindible que los ministros de turno se pongan a trabajar ya en esos campos. El sol, que es lo único que tenemos, no nos cuesta y se vende  bien, pero no da para todos.
Mientras tanto, los políticos prescindibles, para que no se aburran ni aumente el desempleo, pueden trabajar en los campos de verdad, cultivando tierras baldías, improductivas, que lo son por el olvido —mal endémico— que sufren. Si ponemos en plena producción La Moraña, de Ávila; el Desierto de Almería o Los Monegros, de Aragón, seguro que cosechamos cereales y hortalizas y despiezamos carne para abaratar los precios de consumo y mejorar los presupuestos del contribuyente. Para eso los ministros responsables tendrán que echar un pulso a sus homólogos extranjeros y ganarles.  Ya pueden empezar.  
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jueves, 5 de enero de 2012

¿MIENTEN O NO SABEN?

Dijo que no subiría los impuestos pero los subió. 

Ante las congelaciones salariales y un paro  preocupante, nos consolábamos sabiendo que nuestros ingresos estarían libres de presiones fiscales. ¡Inocentes! Eso es lo que somos. Nos engaña cualquier gallego con ganas de subir.
            El nuevo presidente del gobierno ha hecho lo contrario de lo que dijo: “No habrá subida de impuestos”. ¡Zas! Aquí la tenemos. Los que pretenden salvar lo insalvable, y no comparten el engaño que irrita a muchos contribuyentes, intentan lavar la opinión diciendo que el nuevo ejecutivo desconocía las cifras exactas del déficit en el momento de su investidura. Si eso es verdad, han dejado al descubierto su ineficacia: hablaron sin conocimiento de la situación económica y, lo peor, prometieron lo que no debían, ya que hasta febrero no conocerán, según ellos, las sumas concretas de los activos y pasivos exigibles.
            Así, los responsables de las cuentas y los cuartos se precipitan diciendo que han de cubrir  unas desviaciones de 20.000 y 16.500 millones de €uros del déficit de 2011 y 2012, respectivamente. Primero dicen que  desconocen las cifras exactas del descuadre,  y luego ponen números a los desajustes de tesorería. ¡Vaya contables! Suman y restan por aproximación.  
            Intentan justificar sus decisiones diciendo que son medidas urgentes de carácter provisional y que tienen que recaudar cuanto antes. Eso no estaba en el programa electoral. ¿Mienten o no saben? Quizá las dos cosas. Con la subida de impuestos van a perder capacidad adquisitiva los que más consumen, las empresas van a facturar menos y aumentará el paro. Lo que tienen que hacer es ahorrar más. Esos casi 9.000 millones de €uros recortados en organismos oficiales no son suficientes.  Tienen que meter la tijera en las asignaciones de los políticos, pero eso… Menuda rabieta. ¡Tarea nos queda!  
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